martes, julio 29, 2008

CARTA AL AGUA PARA CASSANDRA


Antanas Drake



Siempre odié este olor a enfermo que ahora me sale por la boca…ese olor-estado de ánimo-sentimiento de culpa que sólo pueden percibir los viejos, los perros y las moscas.

Para evitar esa peste de hospital que me nace de las entrañas, basta con apretar los labios, pero no lo hago, no lo debo hacer. Cuando ya no aguanto el olor y cierro la boca, entonces me empiezo a asfixiar porque el mismo día que me llegó el olor a enfermo, la nariz me dejó de funcionar como por arte de magia y me condenó soportar esta peste que no percibo con el olfato (puesto que ya no lo tengo), pero que sé que está ahí. Es como con los fantasmas o los amigos o la muerte o los acreedores o el dinosaurio de Monterroso. Pese a que no se los ve, uno sabe que están ahí.

Sé que huelo a enfermo por la solidaridad con la que me miran los viejos en los parques, por la piedad con la que me saludan los perros en la calle y por la avidez con la que persiguen las moscas. He puesto cara de malo para evitar la mirada de los viejos, he apelado a la autoridad de un garrote para ahuyentar la benevolencia de los perros y he llegado al extremo de bañarme con alcohol y esencias para correr a las moscas, pero todo ha sido inútil. Puteando mentalmente a los viejos que en verdad no saben que putas me pasa, corriendo a patadas a los perros siempre jubilosos (verdaderos dueños del mundo) y entregado al dominio de las moscas invencibles por su número inaudito es cuando me acuerdo del día en que vos dijiste:

-¿Así que tu mamá te dijo que con mujeres inteligentes no nada Antanás?

Yo te dije que te vayás porque no quería odiarte y vos te fuiste tumbándome encima no sé si una cierta expresión herida que me hizo resquebrajarme por dentro y casi te pedí que no me dejés. Pero no te pedí nada, sólo que te vayás. Te fuiste nomás y el hueco que me quedó en la vida sin tu cuerpo arrancó de una ese delicioso arpón de distancia y cercanía que nos juntaba sin unirnos en ese temido y posible territorio al que vos y yo le teníamos una de las peores formas del miedo.

Cuando te fuiste, la nariz me dejó de funcionar, tal vez en rechazo inconciente de mi parte a tu pasión por los olores y también me llegó este maldito olor a enfermo que hace que me desconozca, que hace que mi cerebro se niegue a aceptar que soy yo quien huele así y entonces a veces pienso que yo no soy yo, que soy otro, que yo no puedo ser ESTE yo, y ahí se me arma una vaina en la cabeza y termino escuchando a Charly con su voz de animal muriendo o de una me bebo una copa al ras de buen, buenísimo blues.
Y sí, muchas cosas pasaron el día que te fui yo primero y luego vos te fuiste por pura dignidad. Pero si alguna vez lees esta carta que tiré al agua para vos, tenés que saber que también el día que te fuiste me llegaste por fin toda vos pero ya no estabas para decírtelo. Ya no estabas para que te dijera: Cassandra, te quiero conmigo pese a todas las verdades universales que me aconsejan que te vayás y pese a los terremotos mentales que mide tu psicología y que no quiero que sufrás conmigo…
Te lo hubiera dicho…aunque, claro, también estaba eso que dijo mamá…

6 comentarios:

Luna dijo...

*********** estoy tan emputada...acaba d pasar algo q borro mi comentario!

********

Esos olores, esos poemas de amor en el aire que tanto bien nos hacen...que tanto mal.

Una pasion que no deberia ser, pero que a pesar de ello...es.A pesar de todo, a pesar de las distancias...a pesar de los silencios, a pesar de los No quiero...quererte...volver a olerte.

y nos vamos de esas personas o dejamos que se vayan, asi por cobardia..falta de osadia...por muchas cosas que nos impiden ser totalmente felices, por simples suposiciones..

** Las mujeres inteligentes siempre seran una caja de sorpresas....de misterios..


**** Lindo cuento....muy real por cierto, dependiendo de la situacion uno podria situarse en el personaje... es mas que seguro que en algun momento de la vida, pasemos por una situacion similar.

Anónimo dijo...

Ojalá yo pudiera escribir así.

Anónimo dijo...

...así como vos escribís y como yo sonrío.

Anónimo dijo...

...pero no todos tienen lo que quieren y no todos hacen lo que desean, y claro, no todos escriben comentarios con sus nombres; comentarios que al principio no querían escribir, pero también, no todos pueden con su caracter.

Anónimo dijo...

...o con sus afectos.

0 dijo...

sinceramente muy bueno tu post!!!
millones de besos amiguillo!

viole