viernes, noviembre 17, 2006

Sólo Ana no es Feliz




Antans Drake



Me jodieron la vida Antanas. Me la jodieron, te lo juro por el Dios de los otros.
De chica me robaron la inocencia y de grande se limpiaron el culo con mi amor. Ahora me venzo a mi misma para acercarme a la gente, para sentirme deseada y para hacerles daño; para comer corazones y pisar poemas y mariconadas por el estilo, y después de eso vienen las depresiones, el asma, las medicinas y el alcohol que me tienen el hígado hecho un queso suizo o una luna de cuento de niño.Vos no me conocés Antanas,pero tuve que decidir entre volverme loca o pegarme un tiro. Así que ahora me ves aquí,con un ataque de nervios, con un cigarrillo, vendiendo mis cosas a un precio de risa para irme al carajo de una vez por todas. No, no pensés que me voy a matar, lo he deseado muchas veces pero jamás sucede...A lo sumo cuando voy caminando por la acera y me tropiezo delante de todos, ahí me muero un poquito, o cuando creo que empiezo a querer a alguien y entonces me vienen los ataques de vómito en un restaurate o en la universidad ante la mirada y los cuchicheos de todos, ahí me muero un poquito,pero después de limpiarme la boca y alisarme el pelo con dignidad ante la risa de todos, debo seguir viviendo como todo el mundo, quizá un poco peor,pero viviendo al fin. Ya te dije, no me voy a matar, yo voy a....

Mientras me habla mirándome con mil caballos corriédole en la mirada vidriosa,oscurecida por los nubarrones de sus ojeras, mientras me cuenta de cuando en su propia casa su tio la violó a los 9 años con sus padres riendo en la pieza de al lado, mientras me habla de la rabia que le da el que sus padres no se hayan dado cuenta de la culpa que la comía por dentro, mientras confiesa que el imbécil de su novio de los 16 años le creyó que era virgen la primera vez que hicieron el amor, y el novio de los 18 la dejó enamorada y llorando como una niña sólo porque se cansó de ella y de sus delirios, yo pienso en Ana, en los ojos de Ana que se mueven nerviosamente, en sus dedos cerrados sobre el cigarro, flaquitos y temblorosos, pienso en bronca que la pudre por dentro como un cáncer pese a sus 18 años y en la absoluta certeza que ella tiene de que toda la miseria del planeta se posa sólo sobre sus hombros y que el resto del mundo, toda la humanidad, somos absolutamente felices.
Le digo: Pensá en Irak.
Me dice: Pensá en algo que te penetra el cuerpo mientras te tapan la boca a los 9 años y te dicen que si gritás, le van a decir a tu papá sobre lo mal que te estás portando.
Me callo y le compro por una miseria un disco de los Stones.

1 comentario:

Anónimo dijo...

QUE EXCELENTE...